Aveces tengo esa sensación extraña que nos ocurre a casi todos al salir de casa, es como si nos faltara algo, tal vez el teléfono, las llaves o algo que tenías pendiente de llevarte y que sientes que no llevas; pues aveces también me ocurre, que estando en algún lugar tomando fotos, siento que no me las llevo todas.Me ha ocurrido que después de guardar la cámara he vuelto a sacarla, respiro, miro a mi alrededor y observo todo lo que me rodea. Los espacios abiertos llenan nuestra mente de esos grandes espacios y ocurre que aveces lo diferente está a nuestro lado.
En las Hurdes existe un lugar mágico llamado Meandro Melero, lo normal es que hubiera publicado y tal vez lo haga, alguna foto del meandro, pero esta vez le tocó a la formación rocosa que está en la misma explanada del mirador del Melero, allí donde todo el mundo mira al horizonte, hice las fotografías del entorno con un poco de lluvia, después de alucinar con el espacio decidimos irnos, guarde todo el equipo y sentí ese vacío del que os hablaba, baje del coche, observé a mi alrededor y vi el color en las rocas detrás de mi coche. Yo soy de aquellos que antes de irme de un lugar espero a que esos espacios me digan adiós.