No es precisamente el lugar más bonito del mundo, y si me lo cuentan no lo creería. Miles de de aves pueblan el vertedero de Mérida, cigüeñas y gaviotas sobre todo; supongo que habrá otras especies que yo no conozco, la verdad es que no soy un erudito en el tema de la ornitologia. Conozco a verdaderos profesionales del tema de las aves y algunos de esos fotógrafos importantes y con premios en multitud de certámenes fotográficos se encuentran aquí en Extremadura, la verdad es que estamos en un paraíso para estas especies y estos saben aprovechar muy bien esa oportunidad. Sin embargo debemos saber que los animales no son tontos, y que facilitarles de esta manera la alimentación hace que cambien, para mal, sus hábitos alimenticios.
Compre un nuevo zoom, un Tamron 100-400 y quería averiguar las posibilidades de este súper objetivo, montado en mi Nikon D500. la verdad que ambos se portan a la perfección.
La foto, como he dicho está hecha desde una larga distancia, justo en la carretera que va por fuera del recinto del vertedero, os puedo decir que en esa zona los fotógrafos no somos bienvenidos, no sé cuáles serán los motivos, supongo que no se verá bien por las instituciones que miles y miles de aves se alimenten de “comida” fácil de adquirir. Fui un poco sin saberlo, pero me di cuenta enseguida, por que los camiones de la basura al pasar me tocaban bocinazos enormes, y creo que alguna voz increpándome salió de ellos. Mi intención no fue nunca la de denunciar nada, sólo que me llamó la curiosidad aquel enjambre de cigüeñas blancas, me di cuenta como de un feo lugar se pueden sacar bellas imagenes.
