lunes, 8 de octubre de 2018

cuando la veas venir, ¡huye!


Ya sabéis que las tormentas son muy peligrosas, que de siempre la gente se refugiaba de ellas por las impredecibles consecuencias, y es verdad, hay que temerlas; pero como como al fuego y a la mayoría de los fenómenos naturales y atmosféricos.
Lo que ocurre es que a los apasionados de la luz nos es imposible alejarnos de ella y con el máximo respeto y cuidado solemos ir a buscarla. Hace tiempo aprendí, que el mal tiempo era un buenísimo tiempo para la fotografía, nunca en un día normal aparecen estas luces, y cuando aparecen nos sentimos atrapados. Después en post producción no me gusta enmascarar demasiado lo que allí ocurre, supongo que en fotografía está todo permitido, y como es una parte del arte también, las técnicas son infinitas y todas caben dentro de este mundo. Esta es mi particular vision de los primeros instantes de una gran tormenta, después todo se convirtió en truenos, relámpagos y mucha lluvia.
La foto es de la Sociedad Cooperativa Rio Burdalo de Santa Amalia, acababa mi trabajo y me decidí   irme para casa, cuando a la salida del pueblo vi llegar la dichosa tormenta por el oeste y allí que me fui a buscarla. Varias fueron las tomas con mi vieja amiga la NIKON 7000 y mi sigma 17-50, dos campeones juntos.

El tiempo

Te colaste por las ventanas rotas de mi alma, y como un intruso destrozaste mis recuerdos, ahora solo tengo tu presencia en los espacio...